El hombre detrás del bigote: Miedos, paranoias, aficiones y secretos de Adolf Hitler

Hitler no era solo un gran amante de las películas de comedia, también era un fanático de la obra de Walt Disney. Miedos, paranoias, aficiones y secretos de Adolf Hitler que no te enseñaron en la escuela. 

No importa qué edad tengas, ni de dónde provengas. Todos, alguna vez, hemos escuchado hablar sobre Adolf Hitler. El misterioso hombre del curioso bigote y la esvástica nazi, responsable de millones de muertes durante la Segunda Guerra Mundial y principal ideólogo del Holocausto Judío. Sin embargo, y por más que te cueste creerlo, el führer alemán era en el fondo un ser humano común y corriente, lleno de miedos, paranoias, aficiones y secretos.


Por eso, te animamos a que conozcas un poco más de la vida de este personaje, que supo traer el horror al mundo durante una época, pero que hoy es objeto hasta de las más increíbles y sorprendentes revelaciones. Como las diez que verás a continuación:

1. Amante del cine

Hitler era un cinéfilo empedernido. De hecho, casi todas las noches miraba una película en su cine privado, principalmente  extranjeras que estaban prohibidas al público alemán. Su género preferido era la comedia, cuyos principales exponentes en aquella época eran (curiosamente) actores judíos.
Además de ser uno de sus pasatiempos favoritos, el cine fue para Hitler una importante herramienta de comunicación política y adoctrinamiento de masas. No en vano, la producción cinematográfica alemana vivió una especie de época dorada bajo el mandato de Hitler y de su fiel ministro de propaganda Joseph Goebbels.

2. Inclinaciones sexuales

Mucho se ha hablado sobre las verdaderas inclinaciones sexuales de Hitler, de quien se especula era un reprimido homosexual. De hecho, cuando el famoso psicólogo Carl Jung vio los manuscritos del líder nazi en 1937 no dudó en afirmar: “detrás de esta escritura puedo reconocer las típicas características de un hombre con esencial instinto femenino”.

3. A la moda

Difícil imaginarse a Adolf Hitler sin su irreconocible e infaltable bigote. Un rasgo físico que el fundador del partido nazi popularizó en todo el mundo, al parecer, de manera consciente. En 1923, su entonces secretario de prensa intentó persuadirlo para que se afeitara, o por lo menos, para que se lo dejara crecer normalmente. A lo que Hitler respondió: “No te preocupes por mi bigote. Si no está a la moda ahora, lo estará luego, porque yo lo uso”. Todo un visionario. 

4. Vegetariano

Aunque todavía hay algunas controversias al respecto, se cree que Hitler se basó en las teorías históricas antisemitas de Richard Wagner (que conectaban el futuro de Alemania con el vegetarianismo) para quitar de su dieta cualquier tipo de carne. Según algunas versiones, el político no solo era vegetariano por una cuestión de salud, sino también porque creía que de esta manera ayudaba a regenerar espiritualmente a la raza humana.

5. Amante del circo 

A pesar de ser un reconocido animalista, Hitler era un amante de los espectáculos de circo. De hecho, disfrutaba placenteramente con la idea de que actores poco pagos estuvieran dispuestos a arriesgar sus vidas con tal de divertirlo a él. Así mismo, el führer también desarrolló una extraña admiración por las actrices de circo, a quienes regalaba flores y costosos chocolates, y por las que también se preocupaba en caso de accidentes laborales.

6. Preparaba sus discursos 

Pocos lo saben, pero los encendidos e histriónicos discursos del  líder alemán eran cuidadosamente preparados y ensayados por él mismo. Prueba de ello son algunas de las reveladoras imágenes compartidas por Heinrich Hoffmann, su exfotógrafo personal, quien tomó las fotografías de Hitler mientras practicaba sus discursos. Hitler tenía la costumbre de invitar ocasionalmente a Hoffman para que lo fotografiara mientras repasaba sus líneas en privado, para luego poder ver qué tan atemorizante o convincente se veía. 

7. Fanático de Disney

Hitler no era solo un gran amante de las películas de comedia. También, y quién lo creyera, era un fanático de la obra de Walt Disney. Principalmente de “Blancanieves”. Incluso se han recuperado bocetos de personajes de Disney dibujados por él mismo.Por si no lo sabías, Hitler fue durante toda su vida un dibujante frustrado. De hecho, su gran sueño era ser alumno de la prestigiosa escuela de arte Vienna Academy of Fine Arts. Pero no pasó el examen de admisión.

8. Odiaba el fútbol

Si Hitler hubiera escuchado la popular frase del ex atacante inglés Gary Lineker, sobre de que “el fútbol es un deporte de once contra once, en donde siempre gana Alemania”, seguramente no lo hubiera creído. Ya que a comienzos del siglo XX, el equipo alemán era constantemente derrotado por las mejores escuadras de Europa. Por esta razón, Hitler odiaba el fútbol. Ya que era un deporte en el que los arios no podían demostrar su supuesta superioridad. 


9. Colección de objetos judíos 

A pesar de considerar a los judíos como miembros de una raza inferior e impura, Hitler era un gran admirador de algunas de sus obras y de su cultura. No en vano, acostumbraba coleccionar objetos judíos, al punto de que alcanzó a considerar la idea de abrir el Museo de una Raza Extinta, en el que los pondría en exhibición para el deleite del público.

10. Matrimonio de un día 

Antes de que las tropas aliadas ocuparan finalmente Berlín, en la primavera de 1945, Adolf Hitler contrajo matrimonio con su amante de varios años: Eva Braun. Lo hizo escondido en su búnker, desde donde oía los incesantes bombardeos que caían sobre la capital de Alemania. Al día siguiente, la pareja se quitó la vida. Ella se tomó una cápsula de cianuro mientras que él se pegó un tiro.

Fuente: www.primerahora.com imagen de Bundesarchiv