Corea del Sur se paraliza para no perturbar a estudiantes en exámenes de ingreso a la universidad

La presión de una sociedad ultracompetitiva, vuelos suspendidos, obras frenadas y oficinas cerradas son algunas de las medidas tomadas para mantener el silencio y ayudar a más de 600 mil jóvenes que deben dar los exámenes de ingreso a la universidad, en los que toda una generación se juega su futuro.

Oficinas cerradas, aviones inmovilizados, obras suspendidas: Corea del Sur intentaba mantenerse en silencio este jueves para no perturbar los exámenes de ingreso a la universidad en los que toda una generación se juega el futuro.


A causa de la fuerte presión que ejerce una sociedad ultracompetitiva, la escolaridad en Corea del Sur se define en esas horas decisivas. Aprobar el examen permite ingresar a las mejores universidades, lo cual garantiza el éxito profesional y a veces hasta buenas perspectivas de matrimonio.

A la excepcionalidad del acontecimiento, la sociedad surcoreana responde con medidas igualmente excepcionales. Para permitir a los 606.000 estudiantes de secundaria llegar en hora al examen, todas las oficinas públicas, muchas empresas privadas e incluso la bolsa iniciaron sus actividades a las 10 de la mañana, es decir con una hora de atraso.

Durante media hora a principios de la tarde, en el preciso momento en que se desarrollaba la prueba de comprensión lingüística, se impuso en todos los aeropuertos una prohibición de aterrizaje y despegue.


En muchas obras en construcción se suspendieron los trabajos ruidosos y se prohibió la circulación de grandes camiones cerca de más de mil lugares del país donde se toma examen, que concluirá al final de la tarde

Fuente: www.larazon.com.ar, publicado: 17 de noviembre de 2016